En primer lugar vamos a definir que es ergogénico. Es una palabra de origen griego, que en relación con el deporte, significa la economía en la utilización, control y eficiencia de energía.
Actualmente existen en el mercado una gran cantidad de marcas, y tipos de productos que los englobamos dentro de lo que se denomina ayuda ergogénica. Estos productos podemos encontrarlos de forma natural en los alimentos, pero son varios los estudios científicos que afirman, que la toma de estos productos de manera “artificial”, aportando un extra a los que ingerimos en la dieta, ayudan en la realización del entrenamiento y/o competición y recuperación tras este/a. Algunos de estos productos son:
- Aminoácidos ramificados.
- Creatina.
- Proteína.
- Etc.
Es importante conocer las características de cada uno de ellos, así como su función, y en qué momento del entrenamiento y/o competición debo tomarlos, para que sean más eficientes, y podamos aprovechar sus beneficios al máximo. En esta parte, será importante ponernos en manos de un nutricionista, u otro profesional capacitado para ello.
Hay muchos deportistas que no toman este tipo de productos por miedo a que sean dopantes, a que sean nocivos para su organismo, etc., pero ninguna de estas es verdad. Este tipo de ayudas ergogénicas no son dopantes, no están compuestas por ningún tipo de sustancia dentro de las características de dopante. Su uso sólo nos va a asegurar que nuestro organismo esté dotado de todos los nutrientes necesarios para poder rendir al máximo, y poder recuperar de forma más eficaz tras cada esfuerzo.
Este tipo de productos, pasan diferentes controles de sanidad, pero si es verdad, que existen marcas donde la calidad es mejor, comparada con otras. Todo es cuestión de informarnos, y comprar sólo aquellas marcas que nos den más seguridad, y que sepamos sean de una alta calidad, para asegurarnos sus correspondientes beneficios al 100%.
La toma de este tipo de productos no significa que tengamos que descuidar la dieta. Estos productos no sustituyen a ningún alimento, simplemente, nos aportan un extra, facilitándonos la ingesta de algunos nutrientes que a través de la dieta no los ingerimos de manera suficiente, o son más difíciles de aportar a través de ella.
La elección de las ayudas ergogénicas que debemos tomar dependerá del tipo de deporte que practiquemos. No son las mismas vías metabólicas que utilizamos para llevar a cabo un maratón, que un 1500m, y por tanto, los entrenamientos serán diferentes, y las necesidades y demandas de nuestro organismo para la competición, los entrenamientos, y su recuperación, son distintas. Debemos adaptar la ingesta de estos productos a nuestra actividad deportiva.
Tomar o no estas ayudas ergogénicas depende de varios factores, pero el más importante es, que si ni quiera llevamos a cabo una dieta adecuada y apropiada para nuestra práctica deportiva, pensar en usar estos productos no tiene ningún sentido. Primero debemos concienciarnos de la importancia de llevar a cabo una buena dieta y de lo que esto hará que mejore nuestro rendimiento. Crearnos el hábito de cumplirla día a día, y después, cuando hayamos exprimido todos los beneficios de llevar una correcta alimentación, pensaremos en el uso de estos productos.
Una vez que hayamos cumplido el punto anterior, la decisión de tomar o no estas ayudas ergogénicas, dependerá de las demandas de energía. Es decir, una persona, que entrene 4 o 5 días a la semana, que compita, que trabaje, tenga responsabilidades familiares, etc., será de obligado uso este tipo de productos, por las necesidades que su cuerpo tendrá para el día a día, y además sumando los entrenamientos y competiciones.
Aunque no tengas este ritmo de vida diario tan agitado, pero si posees una alta actividad a nivel deportivo, el uso de estas ayudas ergogénicas será totalmente aconsejado.
Resumiendo, come bien, y después usa productos ergogénicos adecuados a tus necesidades.
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