La diabetes es una enfermedad metabólica que se caracteriza por un nivel excesivamente elevado, o descontrolado, de la glucosa en sangre. La insulina tendrá un papel importante, ya que es la hormona encargada de ayudar a que la glucosa penetre en las células para suministrarles energía, de esta forma regulará el nivel de glucemia. Existen dos tipos:
- Diabetes tipo I: también llamada insulinodependiente, se asocia con la destrucción de las células ß del páncreas por un proceso autoinmune, que suele causar una deficiencia absoluta de insulina. La insulina exógena les es necesaria para sobrevivir.
- Diabetes tipo II: también llamada no insulinodependiente, se caracteriza por la resistencia a la insulina de los tejidos periféricos y por el déficit en la secreción de insulina por las células ß del páncreas. Es la más habitual, y se suele tratar con una modificación en la dieta, control del peso, ejercicio regular y consumo de hipoglucemiantes orales.
El ejercicio es un componente esencial para el tratamiento de la diabetes, ya que aumentará la sensibilidad a la insulina y el empleo de glucosa, reduciéndose de esta forma, los niveles de glucemia. Pero existen algunas complicaciones potenciales como es la de sufrir una hipoglucemia, debido a este aumento del empleo de la glucosa, por tanto el deportista, deberá de ir controlando estos nuevos niveles de glucosa en sangre favorecidos por el ejercicio, junto a su médico.
Las personas que realizan deportes de resistencia ha aumentado en los últimos años, y algunas de estas personas, poseen algún trastorno metabólico, en este caso, diabetes. El hecho de poseer este tipo de enfermedad puede llegar a ser un limitante a la hora de realizar este tipo de pruebas de larga duración.
Como vemos en las definiciones, aquella que puede dar más problemas, y más difícil o incómoda de controlar, sobre todo en este tipo de pruebas de larga duración, es la diabetes tipo I. Por tanto, he buscado algunos artículos interesantes relacionados con el tema.
Vlahek P. et al (2013) estudian el caso de un paciente de 27 años con diabetes tipo I diagnosticado con 6 años de edad, el cual realizó un Doble Ironman (7.6 km nadando, 360km en bici y 84.4 km de carrera). Este deportista, tras 30 horas, superó con éxito la prueba. Una de las conclusiones más importantes de estos autores, es que aunque una persona con diabetes tipo I pueda realizar este tipo de pruebas, no se puede concluir el estudio diciendo que este tipo de eventos tan largos y con una demanda fisiológica tan exigente, sean lo más seguro para personas que sufran diabetes.
Otro de los artículos encontrados (Graveling A.J. and Frier B.M., 2010) hablan acerca de un caso de un corredor de 27 años con diabetes tipo I, el cual sufrió una severa hipoglucemia la noche anterior a correr un maratón. Advierten de que las personas con diabetes tratados con insulina deben ser advertidos de no intentar un ejercicio intenso prolongado después de experimentar una hipoglucemia grave.
En este otro también de 2010, Murillo S. et al, estudian a 40 corredores con diabetes tipo I, y los miden a lo largo de dos ediciones de la misma media maratón, para hablarnos acerca de la estrategia nutricional y de dosis de insulina, para antes, durante y después de una competición de estas características. Concluyen que a lo largo de ese año de entrenamiento entre un medio maratón y otro, sus niveles de glucemia experimentaron cambios debido al ejercicio, y que por tanto, la cantidad de insulina exógena a utilizar como la cantidad de carbohidratos a ingerir, tiene que variar y debe estar controlada, para evitar posibles hipoglucemias. Sugieren una revisión acerca de las estrategias existentes sobre las dosis de insulina exógena y un aumento del consumo de hidratos de carbono.
Teniendo en cuenta estos estudios, me voy a atrever a citar algunas recomendaciones para aquellas personas que realizan este tipo de pruebas y padecen diabetes:
- Antes de cada uno de los entrenamientos o competición, medir nivel de glucemia, para asegurarse de que este nivel es el óptimo para afrontar el tipo de exigencias fisiológicas que se sucederán.
- Participar en este tipo de eventos de larga duración, pero con experiencia de varios años de entrenamiento para conocer y controlar el comportamiento de la glucemia, y haber ajustado junto a un médico especialista, la dosis de insulina y elaborar una estrategia nutricional.
- No obviar las posibles hipoglucemias, sobre todo si son severas. Y evitar ejercicios muy exigentes a nivel fisiológico tras haberlas padecido, o si se padecen durante el ejercicio parar, restablecer niveles de glucosa en sangre y descansar ese día si la hipoglucemia ha sido muy severa, o disminuir las exigencias del ejercicio que se estaba realizando si la hipoglucemia es controlada.
Para mayor control, seguridad y poder seguir disfrutando de este tipo de eventos deportivos acudir a un médico especialista.
Os dejo los enlaces de algunos de los artículos que he revisado:
- Graveling J. and Frier B. M. Risks of marathon running and hypoglycaemia in Type 1 diabetes. Diabetic Medicine.2010
- Murillo S. et al. One year follow-up in a group of half-marathon runners with type 1 diabetes treated with insulin analogues. J Sports Med Phys Fitness. 2010; 50:506-10
- Vlahek P. et al. Sweet 452 km – a report on the first type 1 diabetes patient to finish Double Ironman, a 30-hour endurance triathlon race. Croat Med J. 2013;54:30
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