De repente, va apareciendo un dolor, una molestia, la cual día a día me va impidiendo finalizar cada uno de los entrenamientos planteados, hasta que llega ese día, el cual no puedo ni tan siquiera terminar el calentamiento.
Antes de llegar a este punto, debemos de ir al Fisioterapeuta, para que nos trate y que la “molestia, dolor” no llegue a incapacitarnos.
El Fisioterapeuta, si es un buen profesional, intentará tratarnos con sus técnicas, pero a veces, esto no será posible, o con este tratamiento no hay mejora, y tendrá que derivarnos a otros profesionales, para conocer con exactitud que lesión tenemos.
Necesitaremos que nos realicen alguna prueba como una radiografía, resonancia, ecografía, etc., para saber qué tipo de lesión tenemos y poder tratarla de forma específica.
Una vez que hemos puesto nombre a la lesión, el tratamiento podrá seguir realizándonoslo el Fisioterapeuta, o quizás sea un traumatólogo y el equipo que deriva de él, el que continuará con el proceso de “curación”.
Es posible, que durante el tiempo en el que aparece la lesión y el diagnóstico de esta, transcurra un período de tiempo medianamente largo.
Aunque desconozcamos el nombre de esta, el Fisioterapeuta, que es el profesional al que primero acudimos, nos dará una posible orientación de lo que podría ser. Con este listado de posibles nombres, podemos redirigir nuestro entrenamiento sin la necesidad de parar. Siempre teniendo en cuenta lo siguiente:
- Evitar realizar ejercicios en los que el dolor o la molestia este presente.
- Aprovechar para realizar ejercicios complementarios para nuestro deporte, por ejemplo, si eres corredor y te has lesionado alguna zona de tus miembros inferiores, fortalece aquellos músculos del miembro inferior que no se vean afectados, trabaja el CORE, trabaja tu tren superior, etc.
- Realizar una actividad diferente, siguiendo el mismo ejemplo anterior, un corredor podría realizar bici, natación, elíptica, etc.
- Disminuir la intensidad y duración de los entrenamientos.
Una vez que ya este diagnosticada la lesión, comenzaremos con el tratamiento lo antes posible. Este tratamiento, al igual que las pautas que nos dé el profesional correspondiente, debemos cumplirlas para tener una pronta recuperación y reanudar nuevamente los entrenamientos con normalidad.
Si las cumplimos, también nos aseguraremos de que la lesión lleve a cabo su proceso de recuperación, y no volvamos a caer en recidivas, o terminemos con molestias y dolores continuos por no cumplir este tratamiento y las recomendaciones marcadas.
Si nos piden reposo, lo cumplimos, más vale perder la forma, que agravar o alargar más la lesión.
Una vez terminada la fase de lesión, comienzan nuevamente los entrenamientos. Aunque la lesión nos haya permitido estar activos, realizando otro tipo de actividades y sesiones, no comenzamos el entrenamiento por donde lo dejamos. Es decir, debe existir un período de readaptación, hasta que el cuerpo y las diferentes estructuras, vuelvan a la actividad normal de entrenamiento. Y no hablemos de competir, hasta que no alcancemos la normalidad total en los entrenamientos (intensidad, carga, volumen, etc.), no competiremos. Adelantar procesos, a lo único que nos podrá llevar, es a caer nuevamente en la misma lesión o en otra, o sobrecargarnos, etc.
No desesperemos, las lesiones no duran para siempre, igual que vienen se van. Eso sí, siempre y cuando respetemos todo lo que he comentado anteriormente, y sigamos los consejos de los profesionales correspondientes.
Si queremos seguir disfrutando del entrenamiento y de la competición con total garantía, y durante muchos años, tenemos que:
- Respetar las lesiones, y dejar que cumplan su proceso.
- Visitar al Fisioterapeuta más a menudo, para evitar posibles sobrecargas o similar, que te lleven otra vez a un estado de lesión.
- Conocer el motivo que produjo la lesión, y si es por descompensaciones, debilidades, mala técnica, etc., trabajarlas con la ayuda o asesoramiento de un profesional.
- Planificar y programar de forma correcta los entrenamientos en función de tus objetivos, y sobre todo en función de tus características, debe ser un entrenamiento individualizado, adaptado para ti.
Espero que te sirvan de ayuda algunos de estos consejos, y que no caigas en el error.
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