Actividad física o deportiva y autismo

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Cuando hablamos de autismo y de personas con autismo, estamos hablando de un conjunto de alteraciones semejantes, pero cuya manifestación varía mucho en grado y forma de unas personas a otras.

Por lo tanto, la idea de tomar el autismo como un continuo (espectro) más que como una categoría única, nos ayuda a entender que cuando hablamos de autismo y otros trastornos generalizados del desarrollo, estamos empleando términos comunes para hablar de personas muy diferentes.

El término “Espectro Autista” fue empleado por primera vez por Lorna Wing y Judith Gould en el año 1979.

Lorna Wing en 1988 expuso que las personas situadas en el espectro son aquellas que presentan:

  1. Trastorno en las capacidades de reconocimiento social.
  2. Trastorno en las capacidades de comunicación social.
  3. Patrones repetitivos de actividad, tendencia a la rutina y dificultades en imaginación social.

Esta breve pero clara descripción sobre lo que llaman “Espectro Autista”, puedes encontrarla en la página de la Confederación Autismo España (http://www.autismo.org.es).

Buscando artículos relacionados con el autismo y actividad física o deporte, he encontrado alguno como el que han escrito autores como MacDonald M. et al (2011), en el que vieron que en niños y jóvenes de entre 9-18 años que estaban dentro del espectro autista, la realización de actividad física moderada-vigorosa cada día, al menos 60 minutos, podría ser beneficiosa, ya que ayudaría a disminuir las estereotipas y la conducta de auto estimulación. Estos beneficios serán más pronunciados tras actividades físicas vigorosas.

Además la realización de actividad física o deportiva, ayudará a estos niños y jóvenes a mejorar sus habilidades sociales.

En el artículo de revisión que llevaron a cabo Petrus C. et al (2008) también nos indica que el ejercicio produce una disminución a corto plazo en los comportamientos estereotipados en este grupo de población. Viendo que el ejercicio de mayor intensidad es más eficaz en la disminución de la auto estimulación.

Estos artículos comentan que faltan investigaciones con un número más elevado de sujetos, así como la creación de programas de actividad física o deportiva concretos, para trabajar con este tipo de población.  

Con este pequeño post espero haber cumplido la tarea de informar acerca de este tipo de enfermedad del neurodesarrollo.

Desde aquí me gustaría hacer un llamamiento a la sociedad, pero en especial a todos los profesionales relacionados con la educación, así como a los diferentes centros educativos, para que se involucren y para que faciliten la inclusión de este tipo de población, así como de cualquier otra, que se vea afectada por cualquier tipo de trastorno, deficiencia o discapacidad ya sea física, mental o sensorial.

Os dejo la referencia de los artículos consultados:

MacDonald M. et al. The physical activity patterns of children with autism. BMC Research Notes. 2011, 4:422

Petrus C. et al. Effects of Exercise Interventions on Stereotypic Behaviours in Children with Autism Spectrum Disorder. Physiotherapy Canada. 2008, 60(2)

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