¿Entrenas o compites?

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Vamos a empezar por la definición de cada una de ellas.

¿Qué es entrenamiento? Según la Real Academia Española, entrenar, se trata de preparar, adiestrar personas o animales, especialmente para la práctica de un deporte. Por tanto, el entrenamiento lo definiría como el proceso a través del cual quiere alcanzarse la consecución de un objetivo, llevando a cabo una planificación y programación determinadas.

¿Qué es competición? Según la Real Academia Española, se trata de competencia o rivalidad de quienes se disputan una misma cosa o la pretenden. Lo definiría como momento en el cual debe aplicarse todo lo adquirido durante el entrenamiento, llegando al máximo para poder alcanzar el objetivo propuesto, e incluso superarlo.

Teniendo en cuenta estas definiciones, hazte la pregunta que da título a este post.

Si en cada uno de los entrenamientos o en la mayoría de ellos, te exprimes al máximo, porque cada día o cada semana, quieres mejorar los tiempos en las series, el tiempo que tardas en finalizar el recorrido que sueles hacer, ganar a tus compañeros de entreno, ganar al “vecino” que te has encontrado durante el rodaje, y un largo etcétera, pueden pasar varias cosas:

  • Te lesionarás. Exponer a tu cuerpo a cargas altas de forma continuada, conlleva sus riesgos.
  • No mejorarás todo lo que eres capaz. No cumplirás con el principio de supercompensación, porque tu carga siempre será alta, y los descansos y cargas bajas, son necesarias para que este principio se cumpla.
  • Posible frustración. Medirte de forma constante con la gente, puede llevarte a una situación de frustración, sobre todo, si lo haces con gente que tiene un nivel superior.
  • Dejar de disfrutar con el entrenamiento. Estar en una competición continua, puede llegar a generar estrés, el cual te llevará a aborrecer los entrenamientos, e incluso el deporte que practicas.
  • Soledad. Considero como un rasgo positivo ser un competidor nato, pero hay que saber cuando sacarlo. Si estas continuamente compitiendo en cada uno de los entrenamientos, lo más probable es que tus compañeros dejen de entrenar contigo.

Uno de los procesos más bonitos hasta la consecución del objetivo, es ver la evolución del entrenamiento, cómo las diferentes cargas que se han ido aplicando van teniendo su fruto.

Ahora deberías hacerte otra pregunta, ¿sabes entrenar?

Un gran porcentaje de deportistas amateur, no conoceis la diferencia entre entrenar o competir, no sabeis distinguir la esencia de cada uno de ellos.

El momento en el que descubres cómo afrontarlos, entiendes el significado de cada uno, y consigues llevarlo a cabo, además de empezar a vivir el proceso de entrenamiento y la competición, te verás inmerso en un mundo totalmente diferente en el cual empezaste, y comenzarás a ver los frutos del proceso, y a plantearte objetivos adecuados a ello.

Conseguir que la gente aprenda a entrenar y competir no es tarea fácil, sobre todo, cuando llevan mucho tiempo sin diferenciar uno de otro. Pero no es imposible, y es necesario, por tanto, guiada por un profesional, el proceso de conocimiento y descubrimiento de estas dos actividades, entrenar y competir, tan diferentes entre ellas, podrá llevarse a cabo.

Resumen, entrena para competir, y compite para “ganar”.

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