Conocerte, saber tus límites, parar a tiempo, descansar, etc., es un trabajo de años de entrenamiento, a través de los cuales debes ir aprendiendo a “escuchar tu cuerpo”.
Poseer la capacidad de saber cuando tienes que tomarte el día libre, de cuando no tienes que asistir a esa competición, de cuando te tienes que tomar una semana e incluso un mes de descanso, etc., significa que has entendido a la perfección qué es y qué significa entrenar, además, de que eres totalmente consciente de tu estado físico y psicológico, y has adquirido la habilidad necesaria para “sentir tu cuerpo”, y conocer qué necesita en cada momento.
Hasta que consigues llegar a este punto, además de pasar por años de entrenamiento, también debes pasar por multitud de errores, que de una forma u otra has tenido que pagar:
- Una lesión.
- No conseguir el máximo rendimiento en esa competición.
- “Arrastrarte” en un entrenamiento, consiguiendo restar más que sumar.
- Etc.
Por desgracia, la única manera que tenemos de aprender, es equivocándonos, y en la mayoría de los casos, esta equivocación, suele reflejarse a través de una lesión.
Cuando te topas con buenos profesionales en el camino, y te dejas ayudar por ellos, te guiarán y evitarán parte de estas posibles equivocaciones.
Pero al final, el trabajo debe ser en equipo, es decir, debe existir un continuo feedback entre el profesional y el deportista, un feedback en el que no existan las mentiras o las verdades a medias, ya que, lo único que esto provocará, será caer en esos errores, “manchando” el proceso de entrenamiento, y lo más importante, impidiendo el aprendizaje hacia sentir, conocer y escuchar el cuerpo.
En la última y única lesión que he tenido desde que empecé con 9 añitos a correr, saltar, competir, etc., me he topado con un traumatólogo, el cual provenía del mundo deportivo, ya que era atleta desde hace años, y sabía lo que era entrenar y competir. Tras estar charlando con él de mi lesión y de otros temas a nivel profesional, la conversación concluyó con la siguiente reflexión:
“Cuando vas cumpliendo años, y quieres seguir muchos más entrenando y compitiendo, debes de conocer tu cuerpo, debes escucharle y hacerle caso, debes fijarte en cómo reacciona. De esta manera, te asegurarás una larga vida deportiva, con la menor incidencia de lesiones o similar”.
Por tanto, déjate ayudar por los profesionales que te rodean, escúchales, obedece, ellos te guiarán en este aprendizaje; además a través de este feedback, ellos podrán aprender de ti y sobre ti, evitando entre los dos, caer en esos errores, y construyendo un largo camino deportivo lleno de objetivos y metas.
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