Seguro que con este encabezado, nos viene a la cabeza una frase: los campeones, ¿nacen o se hacen?
La respuesta: ambas son acertadas.
Un futuro campeón debe labrarse desde edades tempranas, y serán diferentes factores los que decidan que ese futuro campeón llegue a serlo, o por el contrario se quede en el camino.
Algunos de los factores que pueden incidir sobre este niño o joven son los siguientes:
- Genética. Debe de tener una determinada predisposición para el deporte, y poseer algunas cualidades que le faciliten su práctica.
- El entorno. Todo lo que le rodea le afectará para su futuro desarrollo como deportista.
- El ambiente familiar, que le apoyen en su futura carrera como deportista, será crucial. Este será casi, el factor más importante.
- Las diferentes entidades deportivas, que no le obstaculicen su carrera.
- Los técnicos o entrenadores que se encarguen de su desarrollo, que lo hagan con una progresión a largo plazo.
- La detección de talentos. La existencia de programas que ayuden a localizar a futuras promesas deportivas, son la clave para orientar a estos jóvenes con grandes cualidades para el deporte.
- Planificación a largo plazo. El error que más a menudo suele cometerse, es anticipar algunas de las fases deportivas que el niño o joven debe de ir cumpliendo. El joven debe de ir aprendiendo a entrenar según una planificación a largo plazo, en la cual debe de trabajar cada temporada diferentes capacidades y actitudes, dando mayor importancia al proceso que a los resultados en competición. De esta manera nos aseguraremos que alcance el rendimiento, en la edad adecuada para su disciplina deportiva.
- Posibles lesiones. En primer lugar tenemos que tener en cuenta la salud de este pequeño deportista. Este punto está bastante relacionado con el anterior, es decir, si se adelanta el trabajo de determinadas capacidades, si la intensidad se aumenta de forma prematura, si la carga es excesiva para su edad, si no he sido consciente de que el joven posee algún tipo de patología, algún problema a nivel estructural o algún tipo de descompensación, entre otras, podremos causarle graves problemas de salud, truncando así su futuro deportivo.
- Vida académica. El entorno que le rodea debe prestar atención a su vida académica. Por mucho potencial que posea a nivel deportivo, no hay que desatender su futuro académico, ya que esto hará que el joven esté más centrado, y que de forma paralela vaya cultivando un camino profesional, el cual le ayudará a ser mejor deportista, y a poseer otras futuras oportunidades si su vida como deportista de élite se trunca por cualquier infortunio.
- Su decisión. La última palabra la tendrá el propio deportista. Aunque todos los puntos que he comentado anteriormente se cumplan, si el futuro campeón no quiere elegir este camino habrá que respetar su decisión, y habrá también que apoyarle.
Estos son algunos de los puntos que todo el entorno que rodea a este joven debe de tener en cuenta para poder sacar de él el máximo rendimiento, e ir construyendo una vida deportiva lo más saludable posible (en todos los sentidos) a la vez que fructífera.
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